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               Cupulando 
                por Cuenca  
              textos por 
                y para gente rara  
              Con una larga tradición como la 
                editorial más canalla del panorama estatal, La Cúpula dio su do 
                de pecho con el sello Brut, en el que incluyó a lo más granado 
                del "indie" USA. Desde entonces, ha dejado de lado esa capacidad 
                de experimentar nuevas fórmulas, aunque su producción media sigue 
                siendo muy elevada. He aquí una muestra.  
              Mauro Entrialgo vuelve a hilar 
                fino en su serie "Drugos el Acumulador", publicada cada 
                mes en la revista "El Víbora" y que ha sido recopilada en un tomo. 
                En ella, da cuenta de todas las obsesiones, extremos y locuras 
                a las que puede abocarse una persona como consecuencia 
                de un irrefrenable afán coleccionista. Todo vale aquí, desde tazas 
                hasta pistolas de plástico y pornografía digital, nadie está libre 
                de pecado y quien más quien menos intenta dar algo de sentido 
                a su vida mediante la acumulación de objetos materiales. 
                Por supuesto, las risas también están aseguradas en esta serie. 
                 
              La propia "El Víbora" también se 
                acaba de descolgar con su número especial anual, dedicado 
                en esta ocasión a los freaks (tras los números dedicados al vicio 
                y los hijos de puta... ¿qué más les queda por hacer?). Las historietas 
                más interesantes de todo el lote son aquellas que realmente tratan 
                sobre el tema en cuestión, con especial atención a M. A. Martín, 
                nuestro Elreydespaña y el reivindicable Evan Dorkin, 
                prácticamente inédito aquí (¡queremos su "Milk and Cheese" ya!). 
                 
              Hincando el diente  
              Destacar por último el álbum "Desalmado" 
                que, con guión del mediático Hernán Migoya, ya casi convertido 
                en autor "mainstream", narra una historia de vampiros en 
                clave de serie negra, una de las pasiones confesadas del autor. 
                Acompañado al dibujo por Perro, un cruce entre Sequeiros y José 
                Muñoz, la lectura de este álbum resulta más que recomendable 
                por sus continuas sorpresas, su violencia formal y la sana falta 
                de pretensiones.  
              © humorenlared.com-Carlos 
                Zoom- 
                Actualizado el 13-10-03 
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