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               Spiderman 
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                es hombre y araña, jate 
              Vuelve el insecto más famoso 
                tras la hormiga atómica, para reventar las taquillas de 
                medio mundo y seguir poniendo de manifiesto que, a estas alturas, 
                el malo sigue sin descubrir que en cualquier badulake puede agenciarse 
                un tubo de insecticida. Peor para ellos. Otra secuela que nos 
                hemos tragado gustosos. 
              Esta segunda parte es una copia casi 
                al cien por cien de la primera parte, pero muchísimo más 
                cachonda y divertida. Porque si algo tiene de novedoso 
                esta secuela es que se ríe, y mucho, de sí misma, 
                lo que la hace sutilmente especial y casi, casi, imparodiable. 
              Especial por esos momentazos en los 
                que Raimi parodia al héroe y lo hace humano. Sin ir más 
                lejos, ver a este héroe insecto metido en situaciones de 
                la vida cotidiana como hacer la colada, bajar en ascensor 
                o repartir pizzas con las mallas puestas podrían ser propias 
                de algún producto descacharrante hecho a la medida del 
                gran Leslie Nielsen. Pero el caso es que estos gags no desmerecen 
                el producto final y encajan a la perfección dentro de la 
                película. Una puntualización aparte merecería 
                el jefe del "Daily Bugle" que es una mezcla entre el 
                entrenador de baloncesto del Principe de Bel Air y cualquier 
                profesor de periodismo. 
                 
              Por lo demás, Alfred Molina 
                cumple con creces como doctor Octopuss (cuánto tiempo ha 
                pasado desde que hiciera de ayudante-hispano-rastrero de Indiana 
                Jones) y lo cierto es que a la Kirsten Dunst no me la tiraría 
                ni con una bolsa de basura en la cabeza. No sé qué 
                es lo que la ven a esta chica. Al menos vuelve a marcar el pezoncillo. 
                En fin... 
              Con chandal del 
                Carrefú 
              Por último hay que decir que 
                la peli se deja ver. Varias veces si uno quiere, porque acción 
                y risas las tiene en cantidad suficiente como para parar un 
                tren de mercancías. 
              Y al que descubra en qué escena 
                o escenas aparece el veterano creador de "Spiderman" 
                Stan Lee le regalamos un viaje para dos personas con todos los 
                gastos pagados (en medicina de urgencia) para pasar una 
                semana de ensueño en Bagdad.  
               
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                - Actualizado el 08-09-04 
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