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               A lo hecho, pecho 
               Tomb 
                Raider II: La Cuna de la Vida 
              Era de esperar que sacasen una 
                secuela de "Tomb Raider". Pero también era de esperar que los 
                productores solventasen los problemas que tuvo la primera entrega, 
                y no lo han hecho. Simon "Con-Air" West ha sido sustituido por 
                Jan "Speed" de Bont y la cosa tampoco ha mejorado gran cosa.  
              Jan de Bont es un excelente director 
                de fotografía. Si no me creéis contemplad "Jungla de Cristal" 
                y os correréis del gustazo. Palabra de John McClane. Como director 
                logró rizar el rizo con "Speed", pero poco más. Lo que hizo después 
                ("Twister", la secuela de "Speed" o la puta casa encantada esa) 
                no causaron el mismo impacto.  
              Delirios de un guionista  
              Y ahora va y vuelve a hacer de las 
                suyas y comete el mismo error. Apoyarse en un guión que 
                parece que fue escrito en una servilleta de papel una noche de 
                mandanga alcohólica sobrenatural. Debieron de escribirlo 
                con el culo porque si no, no se explica tal despropósito. 
               La peli es lo más parecido a un 
                viaje programado por "Alcohol Viajes", uno de esos puñeteros 
                circuitos por medio mundo con visitas a museos, cataratas 
                y geiseres de mierda. Y es que quizás tanto viaje al final termina 
                por aburrir al personal.  
              Vamos, que la acción no acaba de 
                centrarse y uno ya no sabe por dónde le da el aire, si 
                le han dado por el culo o le han cagado en la boca sin darse cuenta. 
                Parece un producto enlatado, sin más, con la etiqueta de la siempre 
                carismática Jolie y el falso-falso estilo, sobre todo en 
                este film, de Jan de Bont. Lo peor del caso es que cualquier mediocre 
                director de cine porno sacaría más jugo de esta heroína. Vamos, 
                que Chuck Norris con un cambio de sexo en toda regla y 
                la Golan-Globus poniendo el parné habrían hecho de esta peli en 
                los 80 un auténtico bombazo. Y si no, que se lo digan a 
                John Landis, que consiguió convertir en referente de onanistas 
                a la Jamie Lee Curtis con un sólo toples. 
               Sólo son salvables la Jolie 
                porque sí, y algunos momentos, contados con los pocos dedos que 
                me quedan. Sufrí la amputación de tres por culpa de una paja mal 
                hecha. Y mierda, ¡qué mal se escribe así!  
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                - Actualizado el 06-10-03 
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