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 A veces veo... arañas Salta, 
salta, salta sin parar Por 
supuesto nos fuimos a ver las aventuras de Spiderman. Que uno no se dejó en vano 
la paga cuando era crío (también me la dejé en revistas guarras y en borracheras 
impresentables, pero eso es otra historia). Por el camino se quedaron las Torres 
Gemelas. Qué pena. Lo que me iba a reír. A 
estas alturas no creo que haya que contar la peli, pero bueno, es que yo 
disfruto con ello: Peter Parker es un pringado más de clase que se va a ver arañas 
en una excursión de su cotolengo. Allí le pica un bicho. Y en vez de joderle, 
como nos pasa a los demás, al tío le da poderes (que es una peli de ciencia 
ficción, cacho listos), y encima lo va dejando todo perdido de telarañas 
con el consiguiente cabreo de su tía, que es la que tiene que limpiar los estropicios 
del héroe.  Tramas 
espaciales  Intenta hacer 
pasta con ello y se mete a luchador de Wresling (toma ya, eso es visión de negocio, 
patán, y no la del Bill Gates). Un kinki mata a su tío porque Spiderman no le 
da un soplamocos a tiempo y ahí se le cruza el cable e inicia una 
cruzada contra el mal. Como Michael Knight, pero en pijama del Barça.  En 
estas entra en la ecuación Harry Osborn, superpentamillonario que en sus ratos 
libres se vuelve chungo y hace el mal (como si siendo empresario de día 
no fuera suficiente) bajo el alias de El Duende Verde, otro grillado al 
que le van los pantys más que a la drag queen de tu portal. Para arreglar la cosa 
se mete por medio la Kirsten Dunst, que hay que ver cómo se ha puesto desde que 
hizo de niña chupasangres en "Entrevista con el vampiro".  
Lo mezclas todo en una coctelera lo agitas bien, le añades unos efectos 
especiales que cantan más que Bertín Osborne en braslip. Unos guiños a los frikis 
en plan divertido y ya tienes un rato que pasar en el cine y sin pensar mucho. 
Que activar las neuronas hace que luego te duela la cabeza. Y para pensar 
ya tenemos al Presidente del Gobierno.   © 
humorenlared.com - Actualizado el 08-07-02  |