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               El último 
                surimi 
               a este échale ajito 
               
               Con "Minority Report" Tom Cruise 
                ya dejó atisbar que tenía otras cualidades que la de guaperas 
                moja tangas. No en vano ya ha sido nominado al Oscar en tres ocasiones. 
                En ninguna tuvo la potra de conseguirlo. Puede que esta vez sea 
                la buena y abandone en una cuneta a la cara nabo de la P. Porque 
                mira que es pava la tía, ¿eh? 
              Sólo por ver caraja completo 
                casi media película a Cruise ya hubiese pagado los cuatro euros 
                de la entrada. En cierta medida parecía estar viendo una especie 
                de "Leaving Las Vegas" en versión manga. Pero bueno, papa 
                tras papa uno se va encariñando con este capitán Algren atormentado, 
                pero seguramente impotente de nacimiento. 
               El último SAMUR, 
                ahí 
               Luego marcha a Japón a luchar contra 
                los samurais y en la batalla, después de una resaca de 
                tres pares, cae prisionero. Típico, pero mola. 
               En el poblado donde está recluido 
                será cuidado por una japonesita que se pasa la otra media película 
                pidiendo rabo, pero el personaje de Cruise no está para 
                fiestas. Prefiere aguantar las chapas del jefe de los samurais, 
                Katsumoto, hablar con un japonés feo como el Fary al que llama 
                Bob y jugar al béisbol con los niños del poblado. Gilipollas... 
                 
              Una pena que al final muera 
                el pobre Katsumoto. Ya sé que la mayoría ignoraba, pero yo fui 
                al cine sabiendo que el personaje de Willis en "El sexto sentido" 
                estaba muerto y la peli me gusto de todas maneras. Así que ajo 
                y agua. 
              Una análisis aparte se merecería 
                el doblaje. Quizás no matarles, pero una hostia bien dada si que 
                se debieran llevar los fenómenos encargados del doblaje. En 
                "El Informal" ese tipo de doblajes hacía a uno partirse el 
                nabo, pero aquí no tienen ni puta gracia. Un final apoteósico 
                y solemne lo joden y de qué manera poniendo esa voz de eunuco 
                al mismísmo emperador de Japón.  
              Tom, que te pierdes... 
                 
              Lo jodido es que la peli ha molao. 
                ¡Menuda llorera! Soy patético. Mi padre no va a ganar para comprarme 
                kleenex. Y eso que no me he puesto a pensar en la japonesita, 
                que si no...  
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                - Actualizado el 06-02-04 
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