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               ZINEBI en 
                versión 
               Original, original... 
               
               Las moquetas del teatro Arriaga 
                son tramposas y la calefacción engañosa, el frío está en la pantalla. 
                Mira que les tengo dicho en la redacción que no me manden a eventos 
                culturales. Me perdí el especial de Cruz y Raya y salí más triste 
                que cuando entré. Qué historias Dios mío, qué historias más tristes... 
                aquello parecía una narcosala de postín.  
              Myaso, de Slava Ross se llevó el 
                Gran Premio del Festival. Sordidez post-soviética en blanco 
                y negro. Preciosismo formal. Dureza y tristeza a partes iguales. 
                Un niño huérfano va descubriendo de dónde sale la carne picada 
                para las empanadas. Su madre tiene que abrirse de piernas 
                para comer. Los orgasmos parecen fingidos y nos quedamos sin saber 
                quién habla por la radio: ¿es Stalin? ¿es Krasty? ¿es Putin cantando 
                los números de la Bonoloto? Depresivo ma non porro. En la segunda 
                parte el niño se hace camello y la madre corta el bacalao.  
              Palmar en el Palmarés 
                 
              El Gran premio al Cine Español fue 
                para O prezo da dote, de Chus Domínguez. Un cortometraje situado 
                a medio camino entre la película de ficción y el documental. O 
                sea, entre el tedio y el calendario de la Caja Laboral, pero en 
                gallego. Es como una sucesión de fotografías muy lindas 
                sobre la Galicia neblinosa y espumosa. Abstenerse reivindicativos: 
                la belleza por la belleza. No muere nadie y hay poco chapapote. 
                Vamos, que risas, cero.  
              ¿Qué puede aportar el cine 
                vasco? Pues otra historia alegre, en la línea. Todos a partirnos 
                el eje con lo tonta que puede ser una madre. Gran Premio Cine 
                Vasco para Lepokoa, de Safy Nebbou. Venga tío, cúrrate 
                una comedia la próxima vez. Atentos a la sinopsis: Teresa espera 
                que su hijo vuelva a casa para celebrar la Nochebuena. En el pueblo, 
                la gente duda de que Ángel, el hijo de Teresa, vaya a aparecer. 
                Hace mucho que no viene y, según dicen las malas lenguas, 
                se avergüenza de que su madre sea una pobre campesina. Pero Teresa 
                sabe que él vendrá. Así se lo prometió en una carta. La anciana 
                ha preparado un gran banquete e incluso ha comprado un regalo 
                para su hijo. Vale. Pues la señora podía, no sé, hacer contrabando 
                o estar enrollada con el cura del pueblo. O coger una escopeta 
                y cargarse a esos vecinos tan cenizos. En cuanto al hijo 
                (que no aparece) mejor quedarse fuera. ¿Para qué va a volver? 
                ¿Para hacer oposiciones a guardabosque? ¿Para ahorcarse en el 
                desván? Mejor no, que te corres y fíjate qué escándalo.  
               
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                - Actualizado el 02-01-04 
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