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               Kill Bill en 
                horario infantil  
              más macarra 
                que chulear a una madre  
              Si con tan sólo tres films en 
                su haber como director Quentin Tarantino era ya considerado un 
                director de culto. Ahora con "Kill Bill" seguirá alimentando su 
                leyenda. Con una mega mezcla de spaghetti western, cómic, manga 
                y pinceladas de películas de samurais o éxitos de estantería de 
                video-club.   
               Lo reconozco. Llegué a pensar en 
                algún momento del film que a Tarantino se le había ido 
                la mano, que había perdido la cabeza, por el gusto por escenas 
                truculentas, miembros amputados y el derroche de chorros de 
                sangre al tuntún que deja a "Gangs of New York" a la altura 
                de un minibús del Insalud. Pero esta macro-fiesta de la casquería 
                pura y dura tiene algo que la hace especial, una especie de sentimiento 
                visceral que no se había visto en los anteriores trabajos de Tarantino. 
                Y esto lo refleja muy bien el personaje de Uma Thurman, una variopinta 
                mezcla de los mejores Neo y Trinity de "Matrix" y del Josey 
                Wales de Eastwood, metida en harina de otro costal.  
              Uma tiene reuma  
              Podría haberla firmado cualquier 
                Sergio Leone de tres al cuarto, pero Tarantino le da su 
                estilo y la convierte en digna de ser pirateada para DVD en breve. 
                Y yo la compraría, lo siento. Porque merece los 8 euros que te 
                cobran en el top-manta. Y la multa si te pillan también. Los más 
                moralistas seguramente pondrán a "Kill Bill" a caer de un guindo; 
                razones no les faltarán porque sólo con ver el flashback del 
                personaje de Lucy Liu convertido en dibujitos manga... Pero si 
                algo tiene la peli y que la hace salirse por los cuatro costados 
                es su estilazo, que se nota en cada plano, en la música que se 
                elige para cada secuencia, aunque pueda parecer al principio que 
                no pega ni con cola y en cómo lleva la historia hasta un final 
                que engancha, y de qué manera, para el Volumen 2.  
              Una duda: dicen que el tal Bill, 
                el malo malísimo, es David Carradine, nuestro querido "saltamontes". 
                El caso es que no sale en un solo plano. Más bien parecía el malo 
                toca huevos de los dibujos del Inspector Gadget. Ah, y 
                lo siento, Angelina, pero me motiva más el traje amarillo-cantoso 
                motero de la Thurman que tu disfraz de Lara Croft. Ya te llamaré 
                si me aburro con ésta.  
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                - Actualizado el 07-04-04 
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