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               Emetesio Salcedo, universitario 
                octogenario 
                "En mi clase hay unas zagalas de toma pan 
                y moja" 
              Emetesio Salcedo se tomó 
                su tiempo para elegir la carrera qué quería estudiar, 
                tardó sesenta años. Hoy a sus ochenta primaveras 
                estudia Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad 
                de Jarvar (Huesca). La diferencia de edad con sus compañeros 
                de aula no es impedimento para Emetesio, quien no duda en participar 
                en todas las actividades propias de un universitario. Hasta tiene 
                porros para pasar.  
              Con sus zapatillitas de franela 
                bien calzadas y el bote de Insistón siempre a mano, así 
                es como todas las mañanas se dirige Emetesio Salcedo hacia 
                la Universidad. No se trata de una vocación tardía 
                sino de un miedo a elegir la carrera equivocada que ha hecho que 
                Emetesio haya tardado en matricularse hasta cumplidos los 
                ochenta. 
              Kam-pusss: Hola Emetesio. ¿Cómo 
                está usted? 
              Emetesio Salcedo: Aquí estamos 
                hijo, hecho una piltrafilla. Encima ahora ya por estas fechas 
                vuelve la humedad y con ella el reuma. Por cierto me duele 
                muchísimo la rodilla izquierda
 eso es que va a llover
 
                uyyy pobre hijo mío en mangas de camisa. Anda, ve por un 
                tabardo que te espero aquí sentadito. Tranquilo que 
                no me muevo. 
              Kp: Es igual, no se preocupe Emetesio. 
                Usted es, con mucha diferencia, el universitario de más 
                edad de todo el Campus ¿Cómo afronta esa circunstancia? 
              ES: ¿Mande? 
              Kp: Que si es mucha putada ser 
                universitario con ochenta años.  
              ES: ¡Qué va! Yo estoy 
                encantado. Todas las muchachas me dicen algo cariñoso y 
                no me agraden cuando les toco las tetas, cosa que sí 
                hacen con los muchachos de su edad. Tiene también muchas 
                otras ventajas, como por ejemplo que nunca me dicen que no puedo 
                salir al baño. Es que a lo primero no me hacían 
                caso, hasta que un día decidí cagarme en 
                medio de una clase. Ahora siempre me dan permiso. 
              Kp: Emetesio está usted 
                hecho un guarro ¿Aún se caga en clase? 
              ES: No, no. Ya le he dicho que ahora 
                puedo salir siempre que quiera. Aunque bueno, uno no siempre llega 
                a tiempo, ¿sabe usted? Pero bueno, yo voy todo lo rápido 
                que puedo, no es mi culpa que la naturaleza sea tan caprichosa... 
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                - Actualizado el 05-11-04 
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