No me llames
animal
porque tengo un
escándalo que flipas
Las elecciones generales están
al caer. Los gabinetes de asesores cargan con sus fardos escaleras
arriba y abajo. La vida está llena de sorpresas. El Partido del
Karma Democrático (PKD) no es ajeno a la movida. El Comité Central
y sus fontaneros han decidido arrimarse al sol que más calienta.
Tras la derrota sin paliativos
en las elecciones municipales, el PKD
afronta las generales con el reto de conseguir al menos un escaño
en Las Cortes. Con un diputado a cazo, el partido podría
afrontar las deudas contraídas en pasados comicios. Por otra parte,
la desaparición de José María Aznar de la contienda electoral
priva al PKD del recurso fácil:
la descalificación grosera y la demagogia barata. "Esta vez se
van a enterar" murmuran en corrillos los simpatizantes del PKD,
hartos de dormir en las aceras...
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- Actualizado el 02-02-04
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