Al alcance
de tu mano
la tecnología al servicio
de la pandereta
El móvil como símbolo de poder
y prosperidad ha pasado a peor vida. Su imagen omnipotente se
ha visto tremendamente denostada por su uso y abuso por parte
del populacho. Me expliquen qué hay de chachi en tener un móvil,
por mucho que su teclado sea made in Liliput, si hasta el más
pringao tiene uno.
De nuevo el efecto boom se ha visto
contrarrestado por el efecto cataplaf, vamos, que el magnetismo
de la exclusividad se va al carajo cuando el producto está al
alcance de cualquiera.
Hace unos años, la menda abría el
bolso y extraía con enigmática delicadeza un recién adquirido
teléfono móvil mientras los presentes se maravillaban y expresaban
toda su verde envidia mediante un "ooooh....". Por el mero hecho
de poseerlo ya formabas parte de la élite, la gente guapa,
cortante de bacalao...
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- Actualizado el 22-12-03
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