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               Telesombrilla cerebral 
                 
              te va a hacer 
                pupita en la cabeza  
               La ley de Murphy retorna con 
                fuerza al panorama televisivo. Con esto no digo que si lanzas 
                una tele untada con mantequilla por la ventana, vaya a caer por 
                el lado de la mantequilla (aunque habría que probarlo), sino que 
                la cosa empeora por momentos. Cuando creíamos que nada podía ir 
                peor.   
              Pues sí. Creía que habíamos tocado 
                fondo con la última edición de la isla de los famosos, 
                en la que pudimos ver a famosetes de segunda peleando por su supervivencia 
                a lo largo de pruebas de lo más discutibles, así como a 
                una Paula Vázquez de aspecto casi extrarrestre: achicharrada por 
                el sol, rubia platino y con conjuntos absurdos, parecía 
                una amazona especial de película casposa de marcianos de los años 
                60. 
               Pues cuando parecía que el S.O.S. 
                de "Isla de los FamoS.O.S.", iba por el público y no por los concursantes, 
                la TVE se destapa con "El día que vivimos peligrosamente" (también 
                en referencia al público lo suficientemente suicida para verlo), 
                un subproducto (a falta de confirmación), consistente en 
                un potaje entre Gran Hermano y Alerta 112, probablemente 
                de patente americana, en la que un famosete acompaña a gente en 
                empresas arriesgadas.  
              Corazón de almíbar 
                revenido  
              Por lo que se ve en el anuncio, 
                a Jorge Sanz le mandan a catar la situación en los territorios 
                ocupados en Israel, y a Cayetana Sanchez Gijón al África Central. 
                Me aterra la posibilidad de que todos los martes nos ataquen 
                con estos famosillos tipo Lady Di, que al final sólo van a servir 
                para hacer propaganda y publicidad al Ejército y las diversas 
                fuerzas de seguridad urbana, que tan necesitadas están 
                de personal. Esto lleva a pensar que los martes pueden ser días 
                especialmente malditos por esta malvada estratagema de la televisión 
                pública, aunque aún queda una esperanza. El programa en cuestión 
                podría ir a parar al limbo de los programas de televisión, a ese 
                mágico lugar a donde suelen ir a parar casi todos los programas 
                de producción propia de Antena 3.  
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                - Actualizado el 14-08-03 
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