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Feria de Muestras Me gusta ir a convenciones y jornadas del ocio para adultos. O sea, de puterío. Visitar los stands y encontrarme con los viejos conocidos. Experimentar con los cachivaches que ofrece el mercado y oír hablar a todo el mundo de la crisis, la crisis. Cargado de paquetes y bolsas, recorro la feria buscando algo nuevo que llevar a casa. Grilletes de caramelo. Mueble-bares con apertura retardada. El burdel necesita innovar. Atender nuevos segmentos. Explorar nuevas vías. A veces, me siento en la cafetería de la feria e indago. Maquillajes, miradas huidizas, caras maceradas, acelerones falsos. ¡Cómo va la gente!. Me bebo mi orujo con cuarto de desinfectante. Tambaleándome, me dirijo al retrete. Más ideas, más ideas. En estos sitios pasamos buena parte de nuestra vida. Habría que hacer algo con ellos. Repasemos el programa para la tarde: dos funambulistas de muelle rígido y una contorsionista que se introduce la cabeza por el culo. Buf. La mayor parte de la gente que conozco va así por la vida. ¿Qué más?. Entrega de premios varios. ¿No hay palangana de oro?. Idiotas, llegará nuestra hora. Joseba Bosso es
palanganero en un burdel |
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Más, en el nº 45 de KARMA dice: Ya en tu punto de venta |
