La estaca más gorda
ven, chato, que no te va a doler...

Si siempre se ha dicho que los mitos vampíricos son una hábil metáfora de la sexualidad (penetración de colmillos y estacas), este hecho se multiplica cuando los protagonistas son imberbes jovenzuelos con las hormonas en ebullición. Es el caso de "Buffy, Cazavampiros", una serie que nos mola de verdad. ¿Pervertidos? Y a mucha honra.

Siguiendo con el buen hacer a que nos tienen acostumbrados las televisiones de este santo país, la serie "Buffy" ha sido tradicionalmente maltratada en su emisión en abierto, siendo relegada a insufribles horarios para desconsuelo de frikitos de toda edad y condición. Quizá por eso, el culto en torno a la misma ha tardado un poco más en gestarse, y tal vez también debido a ello, los cómics basados en la cazadora de engendros más sexi de la pequeña pantalla han tardado realmente una eternidad en llegar hasta nosotros. Y si tanto la serie madre como su "spin-off", "Angel", han encontrado su espacio natural en las plataformas digitales de pago, así como en el formato de temporadas completas en DVD, ha tenido que ser una editorial "indie" como Recerca la que se haya decidido a editar estos tebeos.

Como recién exprimido...

El contenido del primer tomo aparecido hasta el momento, sin embargo, no llega a cumplir totalmente las expectativas, debido en gran medida al morosísimo dibujo de Joe Bennett, antiguo compinche de un Rob Liefeld con el que, por lo menos, te podías reír un rato (cuando lograbas vencer la verguenza ajena). Lo mejor, en el apartado gráfico: las (escasitas) portadas a cargo de Arthur Adams y Chris Bachalo, así como las cubiertas alternativas con instantáneas de la tiernecita Sarah Michelle Gellar, encargada de encarnar a la protagonista de la serie. El sexo vende. Los guiones tampoco es que aporten demasiado a la conocida cosmología de la serie, aparte de narrar, en este primer volumen, el origen de Buffy según el guión original que su creador, Joss Whedon, realizó para la olvidable película que vio nacer al personaje, y que reunía en un mismo reparto al tupé de Luke Perry, los kilos de Rutger Hauer y la escasa credibilidad que le quedaba a Donald Sutherland y a su nevera.

Pintoyo, pintastú

Por suerte, en el artículo que acompaña al cómic (demasiado vendemotos, a estas alturas), se habla de una serie, "Tales of the Slayers", que, con el propio Whedon a los guiones, cuenta con gente que sí sabe hacer la "O" con un canuto: Tim Sale, Gene Colan o P. Craig Rusell son algunos de los ilustres colaboradores en esta colección que narra historias de otras cazadoras, pasadas y futuras. Estamos deseando echárnosla a la cara.

Nada que objetar, por su parte, al formato elegido, tomos en color que recopilan hasta seis episodios, y en formato bimestral, lo que permite dar salida a gran cantidad de material en historieta de la cazavampiros, más que suficiente para saciar al "Buffymaníaco" más recalcitrante.

© humorenlared.com-Carlos Zoom-
Actualizado el 13-09-04

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