¿Quieres más? Pues te voy a poner un par de tazasss.

Másss, sssiii, aahhhh!

¡Todos queremos más!

Freaklandia sigue sin novedades y el festival discurre suavemente por un arroyo de sangre y pus. El público (y no sólo el femenino) añora enormemente a Anastasio, nuestro búlgaro cachondo que hizo un strip-tease la noche de la inaguración, llegando a proponer a José Luis Rebordinos que se desnude cada vez que sale a presentar a alguien. Los del 2000 Maníacos han venido de Valencia con ganas de mambo, lo que se nota en sus profundos comentarios durante las películas ("por fin sangre" sobre todo).

La situación en el frente

Se aplauden y jalean las masacres más vistosas, mientras que otras pelis, algo más incomprensibles (Deep in woods, por ejemplo, a cuyo lado una de Lynch es como un episodio de Barrio Sésamo), sumen a la peña en el estupor más profundo, no dejándole más alternativas que el descojono puro y duro. El niño de Holgi se llevó enormes ovaciones. Hay que reconocer que es lo mejor que se ha visto desde Miércoles Addams. La diabólica Faust nos gustó, Anatomia viene muy bien para quitarte las ganas de ir a un hospital, y de las dos pelis japonesas, Hypnosis y Audition, qué podemos decir...más raras que un perro verde. El momento más disfrutado es cuando una sádica se dedica a convertir al protagonista de Audition en un alfiletero clavándole agujas de acupuntura donde más le duele (ahí no, hay sitios donde esas cosas joden más).

Por lo demás, destacar que Juanan Urkola se atrevió a volver tras exhibir sus cortos y nadie le tiró piedras, ni nada. Un público respetuoso, mira. Un saludete y hasta la próxima, que tengo que mentalizarme para lo que se me viene encima.

Quiero ver la crónica anterior.

El corresponsal del averno