El hijo de Le Penn, casándose por lo zulú

Ese buket retronasal

niño, tienes sacarina en la nariz

Seamos sinceros, aquí ninguno es un experto en vinos precisamente. Y la menda menos. Beber los bebo todos, pero eso del bouquet... no distingo. Hombre, me da para distinguir los que están hechos con uvas de los que están hechos con polvoritatis, más que nada porque los sintéticos dejan el vaso de un color rosa la mar de sospechoso.

De todas formas, para cocerse cualquier brebaje es bueno, no obstante, haremos algunas distinciones. Vinos cojonudos: se caracterizan básicamente por valer un ojo de la cara y ser fruto de un enjundioso y tradicional proceso de elaboración. Se hacen con uvas de las buenas. Debe dar un dolor beberse una botella de esas de mil duros el cuarto litro... será pegar un trago y sentir como si te pasasen monedas de dos euros por el gaznate. Eso si la has pagado tú, porque si la has sustraído del mueble-bar de tus viejos puedes hacer kalimotxo con ella sin remordimiento alguno.

De todo en la viña del Señor

Vinos decentillos: precios moderados, se hacen con uvas menos buenas. Es este el vino para navidades, cumpleaños y comidas familiares. El de "pa quedar bien". Tiene la ventaja de que el sistema de elaboración esta mecanizado y te ahorra el repelús de pensar en los pies del aldeano pisoteando en ese barreño... Dios, ¡qué asco! ¿Y eso lo permite Sanidá?

© humorenlared.com - Actualizado el 22-10-03

Más, en el nº 52 de KARMA dice: Ya en tu punto de venta