El finaaaaaaaal

... deeeeeel verano, llegó y tú paaaaartirás. ¿Y qué? ¿Hay que inventarse por eso nuevas enfermedades y los remedios para las mismas que traerán efectos secundarios para nuevas dolencias y así hasta que se acabe el mundo, o incluso después de que eso ocurra? En el burdel no nos da tiempo a estresarnos. La madam siempre nos tiene firmes. Todavía la estoy oyendo: "para evitar el síndrome postvacacional, suprimiremos las vacaciones". Si no es por ella, estaríamos amargaos todo el día. Es tan buena...

¿No será que se está mejor tumbado bajo una higuera sin hacer nada que rodeado de Imbéciles? Aguantarse a uno mismo siempre es más fácil que aguantar a ochenta idiotas. En mi caso, por lo menos. No es que las vacaciones provoquen un síndrome. El síndrome lo produce el trabajo, ese enemigo de la humanidad. Esa maldición. Ese yugo que llevamos, arrastrando la pesada piedra del porvenir. ¿Acaso no tienden todos los cuerpos al reposo? El mío, sin dudarlo un instante. La duda ofende y cansa...

Últimos días de vacaciones. Las hojas comienzan a caer de los árboles. En la playa no se puede estar y en la montaña hace cada vez más frío. El Dúo Dinámico tenía razón. Para cuando te das cuenta llevas un jersey y estás sentado, rodeado de papeles mohosos y gente amargada que comparte su alegría de vivir.

Joseba Bosso es palanganero en un burdel
© humorenlared.com - Actualizado el 22-09-03

Más, en el nº 51 de KARMA dice: Ya en tu punto de venta