El verano
se ha acabado y nadie come pollo
asado
"A la peña
le entra diarrea si acaban
sus vacaciones"
Qué bellas son las postales veraniegas,
qué entrañables los recuerdos que nos evocan, y qué efímero su
disfrute. Cuando llega Septiembre, el sol se torna bruma y la
alegría cede su sitio a la melancolía. Pero para tratar de hacernos
más llevadero el periodo de tiempo, que ha de transcurrir, hasta
la llegada de un nuevo verano, existe gente como Ramón Sánchez
Cucaña.
Kam-pusss: ¿Es usted el del
colesterol?
Ramón Sánchez Cucaña: Odio
que me pregunten eso. Mi nombre es muy parecido, pero ese es el
nombre de otro colega, Ramón Sánchez Obirra
Kp: Será Ramón Sánchez Ocaña
en todo caso.
RSC: Birra, Ocaña, qué más
da.
Kp: Usted es conocido por
estar especializado en tratar a personas que sufren el famoso
síntoma postvacacional, ¿podría concretarnos cuál es la labor
que usted desempeña?
RSC: La gente lo pasa fatal
una vez finalizado el periodo vacacional, sobre todo los jóvenes.
La llegada de los exámenes de Septiembre (algunos creen que aún
existen) les produce colitis. A más asignaturas pendientes, más
diarrea. Claro, y en vez de pasarse el verano buscando curro,
se dedican a bañarse en las charcas, a escuchar las etapas de
la vuelta ciclista en el transistor, a ir a las romerías pensando
en las mozas... Así no me extraña que luego se caguen por las
patas.
Kp: ¿Cuál es el caso más complejo
de todos los que ha tratado a lo largo de su carrera?
RSC: Sin lugar a dudas el
del famoso actor José Luis López Vázquez. El tío se pasaba unos
veranos que para sí los quisieran muchos. Se tiraba los tres meses
de los que consta el periodo estival magreando nórdicas, bebiendo
cubatas de Fundador y tomando el sol en pantalón de chandal en
las playas y piscinas de Torremolinos. El final del verano era
para él lo que para Chanquete supuso la expropiación de su barco.
Una desgracia.
Kp: ¿Qué terapia utilizó en
este caso?
RSC: Pues tuve que sacrificarme
y adoptar a 15 suecas de 17 años. Lo que en medicina llamamos
"El remedio Woody Allen". José Luís López Vázquez venía a mi casa
y se sentaba entre todas ellas, botella de Fundador en mano. Así
el invierno se le hacía más llevadero...
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- Actualizado el 22-09-03
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