Por ahí debe andar la plantación de  maría. A por ellos.

Catástrofes ecológicas de hoy y siempre

¡Al alcance de los niños!

De cuando en cuando, los telediarios matutinos a los que soy tan aficionado (no me dejan ver otra cosa en la cárcel) destacan noticias como "Catástrofe ecológica en el Mar de la China" o Desastre ecológico en las playas de Burkina Faso". Y... bueno... teniendo en cuenta mi sensibilidad natural... pues tengo reacciones que van desde el llanto sordo a la risa histérica. Pero... ¿Qué es eso tan importante de las Catástrofes Ecológicas, como para que le den un titular de telediario en Prime Time?

Una catástrofe ecológica es (o al menos eso tengo entendido) un accidente generalmente provocado por el hombre (o su proverbial desidia), y que afecta al ecosistema de una zona, por lo general riquísima, y gran cantidad de animales, plantas e insectos autóctonos de manera irrecuperable. Vamos, un poco como el holocausto judío del ghetto de Varsovia, pero con ballenas. O acercándolo más a la península, con los patos y las gambas de Doñana.

Las inocentes víctimas

El desastre suele afectar, aparte de a la fauna autóctona antes reseñada, a una gran cantidad de pescadores, agricultores, ganaderos o empresas transformadoras de materias primas que antes del accidente campaban a sus anchas expoliando el reino que (se supone) pertenencia a todas esas especies animales antes mencionadas. Por supuesto, la economía local se va al garete, y las grandes corporaciones responsables suelen caer en la bancarrota (a la que veían los dientes hace tiempo por la escasez de recursos que explotar anteriormente mencionados) debido a los altos costes a asumir para arreglar el desaguisado. En definitiva, los currantes en la calle y la mierda sin limpiar. Como se suele decir, compuesta y sin novio.

© humorenlared.com - Actualizado el 21-05-01