Maese Ludovico, precursor de la investigación antropológica sobre el condón... y putero impenitente

V Centenario del Condón

500 años de jodienda segura

Fiel a su función de faro y guía para una juventud que casi ha perdido todos los horizontes y a la que solo le quedan precipicios por donde resbalar hacia la ignorancia, sigue escarbando en la Historia para extraer, cual oro precioso, las enseñanzas que el sistema educativo nos negó.

Por el Prof. Y. Láctico

Desde siempre, incluso desde antes de la invención de la televisión, el hombre ha tenido dos preocupaciones fundamentales y básicas que han ido cambiando de apariencias según el momento histórico: que su madre no le pille las notas y no dejar preñada a la jefa. El primero es un problema aún sin resolver, en el que se sigue trabajando con ahínco, pero el segundo. cumple su V Centenario. Excelsa fecha en que se inventó el condón. Como toda invención humana, el condón hubo de sufrir varias mejoras hasta llegar a ser esa especie de calamar plástico que adorna algunas aguas cercanas a núcleos urbanos y que más de un niño ha confundido en su niñez con un burmarflash a medio terminar.

Los primeros fracasos

Los primeros prototipos fueron un completo fracaso; el modelo "a ganchillo y apretadito", bastante común en algunas zonas rurales de nuestro parís hasta bien entrado el Siglo XX, era complicado de fabricar (de hecho muchas personas con las prisas lo usaban a medio diámetro entre las primeras y las últimas puntadas) y un auténtico pringue, si bien permitía su reutilización como gorrito de invierno. De todos es sabido que los romanos empleaban rústicas tripas de animales a modo de preservativo. Sin embargo eran los esclavos nubios y de origen extremeño los que más partido sacaban a estos artefactos rudimentarios. Ante ello, los maridos romanos desterraron el "intercarnicus de su ajuar doméstico víctimas de un complejo de microfalia. Se han descubierto documentos del Siglo III A de C. En los que un tal Publio Palominus habla de la posibilidad de emplear estos artefactos como una especie de arma aérea, ya que "una vez cedidos por los apéndices genitales de los esclavos alcanzan una dimensión aprovechable para el vuelo". Publio experimentó con varios niños y fue condenado por pederastia. Con la invasión de los bárbaros perdemos de vista a nuestro globito de la suerte....

...ESTO CONTINÚA